Arias Gonzalo

Arias Gonzalo

Arias Gonzalo

  • Autor:
    Angel De Saavedra
  • ISBN:9788497704649
  • Categoría:Biografías, literatura y estudios literarios; Obras de teatro, textos teatrales
  • Temática:Obras de teatro, textos teatrales
  • Páginas:49
  • Idioma:Español / Castellano
  • Editorial:Vision Libros
  • Código de Producto:722
  • Disponibilidad: Disponible
  • Formato de este producto: PDF
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Acto primero Escena primera La INFANTA y ARIAS INFANTA.(Aparece sentada junto a la mesa, y al ver entrar a Arias se levanta y va hacia él.) ¡Anheloso tu vuelta deseaba mi inquieto corazón, Arias Gonzalo!...
¿Escuchó el rey tu voz y el ruego mío?
¿Traes a Zamora paz y a mí descanso?
ARIAS.No, señora; pues sordo a las razones
y a la justicia vuestra, el rey don Sancho
sólo de la ambición el grito escucha,
olvidando, feroz, que es vuestro hermano.
Ni paz ni tregua admite. Guerra y muerte,
y sangre y exterminio está anhelando.
Vuestro mensaje oyó como pudiera
propuestas viles de traidor engaño,
y sin dejarme hablar en nombre vuestro,
cual varias veces pretendió mi labio,
«Arias, no os detengáis; tornad, me dijo,
y a la infanta decid que intenta en vano,
desarmarme con ruegos y plegarias,
de su corto poder indicios claros.
Que o me entrega a Zamora en este día,
o antes que el sol se esconda en el ocaso
verá a mis invencibles escuadrones
dar a sus muros vencedor asalto.»
No me habló más; alzóse de su silla,
y una mirada de furor lanzando,
volvió la espalda, y ordenó a los suyos
que al punto me arrojaran de su campo.
INFANTA.¿Un rey..., un caballero, injusto, aleve,
así rompe la fe de los contratos?
¿Así comete tan atroz perjurio?
¿Mi herencia respetar no juró en manos
de nuestro padre? ¿Así la voz desoye
de honra y de religión; el grito santo
de la sangre no escucha, ni le mueve
de una infeliz mujer el ruego y llanto?
ARIAS.No pudieron jamás los juramentos
enfrenar el furor de los tiranos,
ni un pecho que ambición enseñorea
de sangre o de amistad guardó los pactos.
Cual juró, al aprobar el testamento
de vuestro padre, que murió en mis brazos,
respetar vuestra herencia y la de Elvira,
juró también el fementido Sancho
de León y Galicia las coronas
en las frentes dejar de sus hermanos.
¿Y cómo lo cumplió?... ¿Cómo? ¿No vimos,
apenas de Castilla tomó el mando,
despojar de León, con cruda guerra,
a don Alfonso; y luego, encarnizado,
robar su trono al joven don García,
el reino de Galicia encadenando?...
¿Por qué ha de ser leal con voz, señora,
quien no lo fue con los demás hermanos?
INFANTA.Ellos reinos extensos poseían;
mas yo a Zamora sólo...
ARIAS. El tener algo
es para el ambicioso harto pretexto.
INFANTA.Ni mi triste orfandad y desamparo
mueven su corazón.
ARIAS. Al que se goza
en mirar sin piedad a sus hermanos,
uno a merced del moro de Toledo,
un mal seguro asilo mendigando;
otro, en las hondas cavas de un castillo
la amarga vida sustentar, cargado
de miseria y de hierros..., ¿de su hermana
podrá ablandarle el congojoso llanto?


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