En castúo coexisten ciertos rasgos generalizados por toda la región junto con otros propios de la zona según se trate de la Alta o Baja Extremadura. Para no extenderme en estos aspectos sólo señalaré los que pueden ser más significativos:
El vocalismo átono puede variar como "intierro" por entierro, en la zona norte existe un cierre sistemático de la "o" en "u" y de la "e" en "i", términos como "zapateru", "golpi" etc.
Aspiración de la "h", "jacha" por hacha, de todos es conocida la frase de "quien no diga jacha jigo y jiguera no es de mi tierra".
Pérdida o aspiración de la "s" final de las palabras. "lah campana" por las campanas.
Los sufijos más usados para los diminutivos son "ino","ina": "chiquinino", "pizarrina".
Anteposición del artículo ante el posesivo: "La mi escuela", "el mi sombrero".
En el léxico extremeño, se aprecia la influencia del castellano antiguo, del árabe, del portugués, así como el uso de leonesismos y andalucismos. Pero son muchas las palabras que no se encuentran sino en Extremadura.