Fuentes de salud psicosomática

Fuentes de salud psicosomática

Fuentes de salud psicosomática

Las cinco ÓN

  • Autor:
    Abderrahman Cherif-Chergui Marini
  • ISBN:9788416549054
  • Colección:Fuera de colección
  • Categoría:Salud, relaciones y desarrollo personal; Sociedad y ciencias sociales; Autoayuda, desarrollo personal y consejos prácticos; Psicología
  • Temática:Psicología, Teoría psicoanalítica (psicología freudiana), Autoayuda, desarrollo personal y consejos prácticos
  • Tamaño:140 x 210mm
  • Páginas:164
  • Idioma:Español / Castellano
  • Interior:B&N (Estándar)
  • Editorial:ACCI (Asociación Cultural y Científica Iberoamericana)
  • Código de Producto:6972
  • Disponibilidad: Disponible
  • Formato de este producto: Papel
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  • Sin Impuesto:13.70€
Remedios Gutiérrez Rodríguez
Médico, psiquiatra, psicoanalista

Cuando mi amigo Abderrahman me pidió que prologara su libro Las Fuentes de Salud Psicosomática fue para mí un gran honor, porque se trata de un libro que, no sólo explica de un modo a la vez didáctico y profundo su forma de trabajar en psicoterapia, sino, sobre todo, porque en él expone su manera de vivenciar el mundo y de encontrase con otras personas.

Como él mismo dice al comienzo de su obra: "tengo el hábito de explicar a los pacientes, desde la primera sesión, el plan de desarrollo de la psicoterapia (...) como mínimo les ayuda plantear preguntas (...) en especial disminuye la ansiedad que produce afrontar lo íntimo". Y continúa señalando que el secreto de este programa es "emplearse en". "El fondo de toda obra vital radica en la firme voluntad de ser y estar".

En estas sencillas frases reside, a mi juicio, el corazón de este trabajo; porque nos transmite la manera de "ser y estar" del propio Dr. Cherif-Chergui y, por lo tanto, el meollo del encuentro con otros seres humanos en general y con sus pacientes en particular.

Cuando digo que me honra su invitación a escribir estas líneas, no es una fórmula cortés, sino algo que verdaderamente siento, lo cual merece cierta explicación:
Conocí a Abderrahman allá por 1987 como alumno de psicoanálisis en el Centro de Estudios y Aplicación del Psicoanálisis en el que yo trabajo y desempeño labores didácticas. Me resisto a decir que fui profesora suya, porque él ya venía con un amplio equipaje de experiencia y conocimiento. Pero el hecho es que allí nos conocimos y que, transcurridos todos estos años, hoy me alegra confirmar una vez más que el psicoanalista no trabaja como un frío científico en un laboratorio, sino que la labor terapéutica se basa en el encuentro de dos personas.

Pues bien, esa forma de "ser y estar" de nuestro autor es la propia de un hombre sabio pues, según pienso, la sabiduría es el don innato de la intuición que madura con la experiencia; intuición que sirve para comprender la naturaleza de las cosas, en especial de los seres vivos en general y, sobre todo, del corazón humano.

Pero ese don, que digo innato, para que madure con la experiencia vital, requiere "emplearse a fondo" en la empresa de conocerse a uno mismo y de encontrarse con el mundo con honestidad y respeto. De lo contrario, nuestra capacidad innata de intuición o empatía queda bloqueada y no se alcanza sabiduría.

A lo largo del libro que nos ocupa, el autor nos va contando cómo, en el encuentro con sus pacientes, les ayuda a conocerse de modo tal que puedan "realizar y gestionar su vida". No se trata, pues, únicamente de un conocimiento que podríamos entender como ?intelectual?, sino de un modo de estar, sentir y hacer.

Concibe la energía psíquica, que es nuestro motor, como la totalidad de los potenciales que tenemos, tanto genéticos como ambientales y culturales, haciendo énfasis en las experiencias vividas en el periodo intrauterino y durante el parto, al que considera de enorme influencia en nuestra evolución personal, por cuanto marca una impronta en el modo de sentir los posteriores episodios de nuestra vida.

La forma de concebir la terapia del Dr. Cherif-Chergui es coherente con la forma de desarrollar su propia vida. Por este motivo es una terapia que parte de la experiencia personal, pero enriquecida con sus conocimientos en múltiples áreas, desde la neurología al psicoanálisis, pasando por técnicas de relajación y meditación, entre otras.

Todos esos conocimientos los ha ido decantando o destilando a lo largo de su experiencia vital, quedando condensados en cinco fuentes de salud psicosomática": alimentación, ejercitación, relajación, introspección y relación, a las cuales describe detalladamente en su libro. De estas cinco fuentes, la ejercitación nos dice que es la que precede al resto, porque "el ejercicio psicológico fortalece nuestros músculos internos" y favorece el trabajo en los otros campos.

Estas fuentes de salud psicosomática no sólo son descritas con erudición y profundidad en su obra, sino que también son transmitidas con claridad y sencillez. Con esa sencillez con que sólo es posible hablar cuando se entiende bien de lo que se habla; porque la oscuridad revestida de erudición suele ser el subterfugio para ocultar la falta de comprensión de aquello de lo que se habla.

Y no sólo nos habla de los últimos conocimientos sobre la repercusión psicosomática de lo que comemos, sino también de cómo lo hacemos. Lo cual nos trae al recuerdo un viejo dicho que citó Erich Fromm cuando escribió que "una madre no basta que dé leche al hijo, sino leche y miel. El cómo es tan importante como el qué.

Esto vale también para lo que el terapeuta hace en el encuentro con su paciente pues, por muy acertados que sean los conocimientos que transmite o descubre, si la forma de mostrarlos es lejana, distante, teórica o carente de empatía, no produce la experiencia capaz de modificar a la persona. Por eso se trata de un "encuentro" o no se trata de terapia.

El rigor de los conocimientos que transmite el autor no está reñido, sino todo lo contrario, con la forma "sensorial", sensible o emocional en que lo hace. Lo cual me lleva a recordar algo que dijo nuestro insigne filósofo español Xavier Zubiri, cuando hablaba de la inteligencia como "inteligencia sentiente" que, según él argumentó muy sólidamente, es la única inteligencia posible.

Cherif?Chergui insiste en el término "psicosomática" para hablar de la salud, lo cual no es un capricho, pues no hay "psico" sin "soma", ni "soma" sin "psico"; con ello destaca la esencial unidad del ser humano, en el que tanto la salud como la enfermedad afectan a su totalidad.

Ignorar esta indisoluble unidad o totalidad de la persona es fruto de la creciente especialización propia de nuestro tiempo.

Bienvenida sea una obra como la que tengo el honor de presentar aquí, porque nos aporta una vía para la integración de esas especialidades. Me atrevería a decir que el trabajo de Cherif?Chergui se inscribe en la fecunda perspectiva de lo interdisciplinar que, según estimo, es el único modo de acercarnos a la realidad tal como la vivimos, no sólo pensándola ni sólo sintiéndola, sino viviéndola.


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