Las edades de la vida y la pregunta por el sentido 1

Las edades de la vida y la pregunta por el sentido 1

Las edades de la vida y la pregunta por el sentido 1

Niño: Gratuidad. Joven: La vida se abre como promesa.

  • Autor:
    Francisco Seoane
  • ISBN:9788498697759
  • Colección:Terapias alternativas y autoayuda
  • Categoría:Salud, relaciones y desarrollo personal; Sociedad y ciencias sociales; Autoayuda, desarrollo personal y consejos prácticos; Psicología
  • Temática:Psicología humanista, Autoayuda, desarrollo personal y consejos prácticos
  • Tamaño:170 x 235mm
  • Páginas:320
  • Idioma:Español / Castellano
  • Interior:B&N (Estándar)
  • Editorial:Liber Factory
  • Código de Producto:2705
  • Disponibilidad: Disponible
  • Formato de este producto: Papel
  • También disponible en:
  • 24.00€

    22.80€

  • Sin Impuesto:21.93€
"NI LA NIÑEZ, NI EL FUTURO MENGUAN" (RILKE)

Si lo primordial para el hombre es sentirse amado, ¿de dónde esa necesidad si su Origen no es el Amor? ¿De dónde la tendencia de toda vida a dar? Mas ¿cómo amar si no me siento amado?, objeta el expósito del amor. La pobreza y soledad extrema estriba en no sentirse amado.


JOVEN, HACERSE CARGO DE SÍ MISMO


Si el grano que cae en tierra fuera consciente, tendría esperanza; alberga en su seno una idea, y se esfuerza por lograrla. Pero no lo sabe, como tampoco el cabritillo que salta de acá para allá, ignorando qué sea ayer y mañana, atado corto a la cerca del presente. Pero nosotros sí aprendemos el tiempo, y con él la preocupación. Todo viviente crece hacia la forma, el futuro que tira de él. Es la esperanza, la niña de las virtudes, que lleva en sus alas a las dos hermanas.
El niño vive a cargo de sus padres y juega en ciego alborozo entre las lindes del pretérito y del futuro y vive casi puntualmente; no hay pasado que lamentar. Pero el joven ha de hacerse cargo de sí mismo y arriesgarse, toda vida se arriesga; el hombre un soplo más arriesgado.
Esperamos lo que amamos, lo que tantas veces nos ayuda a soportar el yugo del presente, esperando que lo extraordinario surja del seno de la vida y de sí mismo, enamorados como estamos del futuro. La felicidad no está aquí, está allí.
Irrumpe la juventud con sus entusiasmos y desamparos, el momento en que percibe la llamada y la respuesta urgente a qué hacer con su vida, tiempo en que, al parecer demasiado joven, hace su elección. ¡Qué ganancia y qué pérdida!
Nos forjamos a golpes de audacia; pero al riesgo lo acompaña la incertidumbre. No nos realizamos sin compañeros de viaje ?dos almas caminando juntas son más fuertes-, y no sabemos cómo va a terminar. Mas no olvidemos que una vida bien hecha no equivale a una vida con éxito tal como la entiende el mundo. Puede suceder una vida fracasada que ha quebrado en el intento.


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