En la aldea de Kimbanhjani ya se empezaba a despertar en este día que acontece y trasegaban de un lado para otro, eso sí, cada uno a sus labores: los labriegos y los pescadores a sus tareas.

En la casa o chabola también empezaba la vida diaria de esta familia del matrimonio de Prashar y de su esposa Rusthur con sus nueve hijos, entre ellos la mediana, Alisha, muy vivaracha y encantadora niña, la cual siempre estaba dispuesta para ayudar a sus padres y hermanos, para prepararse para ir al colegio después de asearse lo mejor posible y darles de desayunar de lo poco que había en casa, por más que su padre Prashar no paraba el hombre de hacer cosas para todo el mundo que lo contrataba, porque era un jornalero que a cualquier cosa se agarraba con tal de llevar unas pocas rupias a su casa para poder ir sacando a la familia adelante y gracias también a su mujer Rusthur, que tenía la pobre mujer que batallar con tanta prole y todos pidiendo desde más comida a cosas imposibles para este matrimonio, lo cual los hacía ser muy desgraciados, y así uno y otro día iban saliendo del pozo en el que estaban. Pero eso sí, con su conformidad entera y la alegría que también les daban sus hijos y que ellos aprovechaban para disfrutarlos en esos momentos. Esta es la dura realidad en la aldea de Kimbanhjani para esta familia...