Las páginas que siguen son un ramo de pensamientos versificados en los que el lector encontrará sin dificultad el placer que produce la fragancia de las flores, cultivadas en el jardín de la inteligencia y abonadas con la experiencia de la vida. Se puede hablar de muchas formas desde cantar de alegría hasta de pena llorar. Existen muchos tratados académicos en los que se encuentran amplia y magistralmente descritas esas múltiples formas de hablar.
En términos muy generales cabe destacar las que usamos cuando hablamos de viva voz, con gestos corporales, mediante nuestros escritos y creaciones musicales. También el reír y el llorar son formas de hablar, sin excluir el silencio elocuente cuando no tenemos otro recurso, escrito u oral, para expresar mejor nuestras convicciones, ideas y sentimientos. En la partitura de la vida, como en las partituras musicales, hay que tener muy en cuenta también los silencios.
En esta pequeña antología de versos y palabras rimadas hay imaginación, fantasía y ficción, pero respetando siempre el principio de realidad. Hay ironía, crítica y no poco humor también, pero siempre con el respeto debido a las personas que pudieran sentirse incómodas con mi forma de hablar y de pensar.
Cada parcela versificada es como un estuche dentro del cual hay un mensaje humano a transmitir y que el lector avisado no encontrará dificultad para descubrirlo ya que viene siempre envuelto en un pequeño cofín de palabras agradables de oír. Al menos el autor así lo intentó. Que lo haya conseguido es ya otro cantar. En cualquier caso, espero que el lector comprensivo acierte a encontrar dicho mensaje, que con palabras torpes y atrevidas se ha pretendido revelar. Ocurre a veces en la vida que documentos valiosos del pasado no nos llegan en deslumbrantes recipientes áureos, sino en humildes vasijas de barro cocido. Para entender mejor lo que termino de decir, me parece oportuno hacer una aclaración al respecto.
Así como en la música unas veces el texto, si lo hubiere, está condicionado por las estrictas reglas musicales y otras veces la música está en función del texto como apoyatura, de forma análoga la exposición del pensamiento puede estar condicionada por las técnicas clásicas de versificación, o, por el contrario, las técnicas rigurosas de versificación están condicionadas por el pensamiento que deseamos comunicar. En este caso concreto, he sacrificado sistemáticamente las reglas de versificación a la mejor expresión de mi pensamiento. La razón de esta metodología se justifica por sí sola desde el momento en que yo no he pretendido escribir un libro de literatura poética sino un libro de pensamiento. Esto queda ya reflejado en el título del libro: Versos para pensar y meditar, que no es lo mismo que pensar para componer y escribir versos.
El orden en que aparecen los temas no obedece a ningún criterio preestablecido de exposición sino a la espontaneidad con que surgieron en la mente y en el corazón del autor. Por otra parte, la fuente de inspiración es siempre la realidad objetiva, de algo o de alguien, sin permitir que en la imaginación o en la fantasía sea deformada y alejada de la verdad. No obstante, cabe aclarar una cosa. La parte primera está dirigida al público en general que usa bien la razón y el sentido común. Son los versos que invitan inmediatamente a pensar sobre asuntos de la vida que conciernen a cualquier persona normal al margen de la cultura recibida de su pueblo, raza o nación. El bloque de poemas de la segunda parte está dirigido principalmente a quienes aplican su pensamiento a las cosas de Dios y sus relaciones con los hombres. Esa referencia a Dios es lo que convierte nuestros pensamientos en meditaciones.
Una aclaración más. En el argot poético se habla siempre de la "musa" de inspiración. O lo que es igual: ¿quién fue la Dulcinea que inspiró los diálogos de amor en el lecho dorado de la fantasía? Pues bien, en estos versos y diálogos no hay sólo una musa o sólo dos. Hay muchas más que, por diversos motivos, salieron a mi encuentro por los caminos de la vida. A ellas las gracias son dadas por haberme acompañado con la plata de su amistad y el oro de su buen amor. Los pentagramas musicales conclusivos de la primera parte indican una pista para convertir los poemas en coplillas para cantar, si ello fuere del gusto de alguien. Las fotos de portada del mítico pinar de Hoyocasero son de Pilar Martín Domínguez. Finalmente, me parece oportuno recordar las magnánimas y cariñosas palabras de Mercedes Martín haciendo la presentación de la primera parte. Textualmente suenan así:
"En primer lugar quiero agradecer la confianza que Niceto ha depositado en mí para realizar la presentación de este hermoso libro de poemas. Cuando me invitaba a escribir estas líneas, no negaré que me sentí muy orgullosa. Tras leerme su nueva obra, introduje su nombre en internet para extraer su currículum pero me di cuenta de que es tan extenso que no disponía de espacio para tanto. Por lo que me decanté por realizar una reflexión sobre la amistad que me une a esta persona tan llena de vida y tan amante de hacer, conservar y mantener a sus amigos.
Mi amistad con Niceto nace hace diez años, en la Primera Comunión de mi hija María. Las referencias anteriores que tenía de él eran por mis padres, más concretamente por mi madre, que siempre contaba anécdotas de cuando trabajaba cosiendo con su hermano y de su mejor amiga de la infancia, también llamada María y que es hermana de Niceto. También tenía algún vago recuerdo de mi niñez, de cuando Niceto acudía al pueblo y decía misa, recuerdo que parecía que llenaba el altar de esa iglesia tan enorme que hay en Hoyocasero, con la vitalidad que transmitía. Pero es a partir de 2005 cuando empiezo a conocer a Niceto y sus obras, algunas de las cuales me engancharon y aprendí a conocer mejor a este autor incansable que está en permanente movimiento.
Y dicho esto, ahora toca hablar de la obra. Personalmente me sorprendió esta nueva faceta de Niceto, pero tengo que reconocer que su regalo de cumpleaños fue tremendamente especial para mí, cuando me felicitó con su poema "El fluir de la vida". Por un momento los cuartetos que me llegaban me trasladaron a mi infancia, cuando por los cumpleaños los familiares mandaban cuartetas en postales para felicitar ese día tan señalado.
En los poemas insertos en el libro, el autor no se ha olvidado de nada: la familia, la amistad, la política, la religión. Todos los temas basados en sus vivencias tienen cabida, pero destacaremos uno que prima sobre los otros, el del amor. La obra de Niceto nos muestra en todos los sentidos literales de la palabra que el amor mueve al mundo.
Verso a verso ha ido construyendo su casa con ladrillos, los grandes y pequeños, los rojos y los de otros colores, los que son piezas claves, eligiendo un diseño que nos permiten contemplar una obra final de extraordinaria belleza. Para lograr esta obra magistral utiliza un lenguaje llano, directo, irónico y divertido que hace que la lectura sea amena, incluyendo además unas reflexiones que te hacen entender y conocer mucho más al autor.
Destacado es el lenguaje, donde el autor juega con la fantasía y la ficción, aportando a los poemas el ritmo necesario con buenas dosis de humor, críticas acertadas y la ironía necesaria, incorporando nombres que todos conocemos y asociamos en la vida cotidiana que hacen que la lectura sea cercana.
Solo me queda animaros a leer la obra de este amante de la vida, y que recorráis junto a él una a una esas historias con moraleja que nos deja en estas páginas". Mercedes MARTÍN MARTÍN.