El guardavías sabía que una desgracia estaba a punto de ocurrir, pero ¿qué podía hacer para evitarla? Hacía una semana que había vuelto a ver el espectro de aquel hombre junto a la vía, agitando los brazos en señal de peligro, pero no conseguía averiguar sobre qué le avisaba.
Había transcurrido un año desde la primera vez que lo vio junto a la luz roja que hay cerca del túnel y pocas horas después de esa aparición se produjo un mortal accidente. ¿Dónde se hallaba, en esta ocasión, el peligro?
Poco podía imaginar el desafortunado que estaba muy cerca de él.