La vieja ideología común, en la que habían convergido la postsocialdemocracia neo liberal y el liberalconservadurismo de comienzos de siglo, parece que no tiene otra opción de continuidad que una apuesta decidida por una serie de principios en favor de la libertad del individuo y el desarrollo de todas sus capacidades y potencias personales dentro de una sociedad de ciudadanos libres.
La recuperación de las capacidades cedidas a las inoperantes ejecutivas de los partidos políticos, la liberalización integral (social y política) del individuo, el ejercicio de las capacidades de decisión individuales, la desaparición de la atonía social, la instauración, definición y perfeccionamiento de los estadios de ciudadanía, la redefinición y articulación del nuevo Estado dentro de la aldea global son medidas, evoluciones e innovaciones sociales posibles y positivas para la sociedad del futuro.
Su instauración, incompatible con los principios socialistas de intervencionismo y control estatales, sí es compatible con los principios conservadores y liberales.